No me lo saco de la cabeza, no lo consigo. Y es que estaba tan tranquilamente con Is al teléfono, en una de esas pocas ocasiones que los dos estamos al teléfono y en las que el corazón me va a mil, cuando a mitad de llamada, aparece el peludo y todopoderoso dictador de la casa, alias el yeti, para marcar su territorio como los perros. Aunque en lugar de mear, hizo una de sus estelares actuaciones.
No me acuerdo textualmente de sus palabras, pero la situación fue bastante, fuerte, demasiado tensa… Él tenía verdadero pánico. No lo vi hasta que no me acosté, pero lo primero es lo primero, vamos por partes, como Jack el destripador. Parecía que se iba a acostar, cuando de golpe, abre la puerta, que tenía yo entrecerrada, con cara de muy mala leche. El motivo, según él, que estaba al ordenador y al teléfono a la vez.
Me preguntó algo así, como si estaba a las dos cosas a la vez, y yo le dije que sí, que un poquito al final del día no hacía daño a nadie, y menos haciendo estado. El, hecho todo un basilisco, me dijo que ¡eso lo decidiría él! Me quedé helada, no era para menos, a que venía todo eso, ese arrebato de autoridad ¿Por qué? Lo vi al acostarme.
Sabe que lo de Ismael y mío va muy en serio, que por él me va la vida, y que tarde o temprano, será con él con quien dé el salto para abandonar el nido. Tiene miedo a perderme, y no sabe como decir que le importo y que me quiere, y que siempre seré su niña, y siempre querrá protegerme.
que dejo una canción que le va al pelo...
TE AMOOO!!!
Dama Negra... [Laura]
domingo, 6 de junio de 2010
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